La era 5G: una oportunidad para reducir la brecha de género
De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual
Ana Basco y Sofía Scasserra, BID-INTAL, 10 de septiembre de 2021
No hay dudas: para promover la red 5G de conectividad móvil, los países de América Latina y el Caribe (ALC) deben emprender grandes esfuerzos que van desde el despliegue de la infraestructura digital hasta políticas y acuerdos que faciliten a los operadores su distribución. Pero estos valen la pena ya que los cambios productivos que traen el desarrollo y la transformación digital podrían generar un aumento de 1.2 puntos en el PIB en América Latina. Y permitirán generar nuevos servicios, e incrementar el nivel de empleo y las exportaciones.
Y además nos preguntamos si la adopción de esta tecnología sería una oportunidad para reducir la brecha de género en la región.
Con una mayor red 5G se ampliarían las cadenas de valor del sector software y servicios informáticos (SSI). Habría incrementos en los ingresos y exportaciones en la industria del fútbol, espectáculos, streaming y videojuegos. Y produciría una transformación radical en el sector salud con el auge de la telemedicina, el tele-diagnóstico y la proliferación de soluciones basadas en datos. Generaría más oportunidades y nichos para ganar mercados externos.
La expansión de servicios con una mayor demanda de desarrollo de software dentro y fuera de la región, beneficiará al sector de SSI en Brasil y México, países que se encuentran próximos a licitar el espectro, y eventualmente Argentina. Además, producirá un crecimiento vertiginoso de servicios asociados a la analítica de datos y la ciberseguridad. Y, en consecuencia, más empleos. Lo cierto es que el sector de SSI será la base de la transformación digital de todos los servicios exportables que se crearán con el advenimiento de la red de quinta generación.
La 5G como herramienta para reducir la brecha de género
Un estudio reciente coordinado por el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del Sector de Integración y Comercio del BID, la División de Género y la Fundación Foro del Sur, nos muestra que la inserción laboral de las mujeres en Argentina, Brasil y México y en los sectores de salud, entretenimiento y SSI se ve afectada por numerosas barreras.
Existe una baja participación femenina en el empleo en el sector SSI y de entretenimiento, aunque una mayor participación en el sector salud. Esto se debe a barreras identificadas en: 1) el desigual reparto de tareas en el hogar entre hombres y mujeres; 2) el rol de la maternidad y su compatibilidad con las responsabilidades laborales; 3) la mayor autoexigencia que tienen las mujeres al momento de postular a un puesto de empleo; y 4) los estereotipos en determinadas ocupaciones “de hombres” (producto de la carga física que demandan, por ejemplo).
Según el informe, la progresión laboral no es tarea fácil para las mujeres. Estas barreras les impiden moverse de ocupaciones con baja remuneración, o llegar a puestos con mayor responsabilidad jerárquica.
Los países de ALC deben, por lo tanto, promover la equidad de género a través de la llegada de la 5G e impedir que esta tecnología amplíe las brechas existentes.
Cómo garantizar equidad de género
Si desean aprovechar el 5G como una plataforma de desarrollo orientada al mercado externo, inclusiva y generadora de empleo calificado, los países deben incluir incentivos diferenciales para la incorporación de mujeres como, por ejemplo, desde el sector público con la reducción de las cargas patronales al contratar a mujeres o minorías.
Los gobiernos deben llevar adelante políticas de orientación vocacional con perspectiva de género, diseñadas con el sector privado. Y necesitan reforzar los incentivos en formación en disciplinas CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), así como también en tecnologías y saberes críticos para el desarrollo de servicios en la era de la 5G, como en analítica de datos, inteligencia artificial, desarrollo de software y ciberseguridad. Deben ser políticas que derriben sesgos de género en torno a determinadas ocupaciones, despierten vocaciones y logren mayor empleabilidad de las mujeres.
Elegir las carreras del futuro es un primer paso. Pero también existen desafíos respecto a la permanencia de las mujeres en dichas carreras, revitalizando la figura de modelos a seguir. Tanto en el ámbito universitario como a lo largo de la carrera, muchas mujeres sufren el “síndrome del falso impostor”, que las lleva a no creerse capaces y abandonar trayectorias que podrían haber sido disruptivas. En este sentido, es importante visibilizar cada vez más casos a seguir de mujeres que han cambiado la historia de la ciencia y la computación.
Ejemplos de buenas prácticas
Afortunadamente ya existen diferentes tipos de proyectos en la región que buscan promover la participación de mujeres en posiciones de liderazgo, preparándolas para el futuro. Un ejemplo es la Iniciativa de Paridad de Género del BID, que busca reducir las barreras que impiden a las mujeres acceder a oportunidades laborales en igualdad de condiciones. Otro proyecto es Women STEMpreneurs, de la plataforma WeXchange, que brinda apoyo financiero e insta a las mujeres que se animen a tomar el rumbo emprendedor. En esa misma línea, se enmarca la plataforma Mujeres Empresarias de ConnectAmericas y su programa Creciendo Juntas en las Américas, que busca impulsar a las mujeres empresarias a integrar sus firmas en el comercio exterior y en las cadenas regionales de valor. Estos esfuerzos, combinados con la visibilización y programas de fortalecimiento a lo largo de toda la trayectoria académica y laboral de las mujeres, van en la dirección correcta.
Nuestra Visión
Estamos a tiempo de evitar que las mujeres sean desplazadas de empleos exportables hacia otros orientados al mercado interno. La inserción femenina en los trabajos que se van a potenciar con la 5G podrá ser una de las herramientas que contribuirá a una mayor equidad entre varones y mujeres. Y lograr así que la reducción del desbalance de género sea más que una ilusión, una conquista imperativa para sentirnos orgullosas y orgullosos como sociedad.
En el BID, nuestra Visión 2025 “Reinvertir en las Américas” guía nuestros esfuerzos hacia el objetivo de lograr un desarrollo equitativo y sostenible de la región. Impulsar la igualdad de género y el uso de nuevas tecnologías son pilares fundamentales de todas nuestras operaciones.