Brasil: una relación cada vez más enigmática
De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual
Raúl Ochoa, La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 21 de enero de 2014
Al observar las cifras del Programa de Aumento y Diversificación de las Exportaciones (Padex) argentino, llama la atención, entre otros aspectos, el escaso aporte que se le asigna al crecimiento de las exportaciones los embarques destinados a Brasil en los próximos dos años.
Una de las razones que podrían explicar este hecho radicaría en que no se espera que ese país crezca más del 2,5 a 3 por ciento anual. Pero si ese fuera el motivo de su supuesta subestimación, debe decirse que es posible que esa cifra no deje ver otra serie de indicadores que podrían implicar un panorama más optimista y alentador.
En primer lugar, Brasil importa anualmente 300.000 millones de dólares, de los cuales 240.000 millones corresponden a bienes y 60.000 millones a servicios. Nuestro país es un proveedor de alrededor del 8% de ese total, con la característica de que el 51% de nuestras colocaciones de productos tangibles está centrado en la industria automotriz, y esa cadena de valor destinada al país vecino representa el 82% del total de nuestras exportaciones en ese rubro.
Estos primeros datos nos permiten visualizar que nuestra participación en los bienes importados por Brasil, si bien importante, es un poco más de la mitad en porcentaje de lo que lo era hacia fines del siglo XX. De hecho, en 1998 y 1999, la Argentina representaba el 15% del total de las importaciones brasileñas; a partir de esos años fue perdiendo gradualmente importancia relativa.
Las cifras de la industria automotriz confirman la importancia de la integración regional en este sector donde Brasil ya produce 3,7 millones de unidades por año y se plantea llegar a las 5 millones en 2017; su plan "Innovar Auto" de 2012 atrajo nuevas marcas y modelos, tanto de autos, utilitarios livianos y camiones como de motores, incluyendo terminales chinas como Chery, Lifan y JAC, y otras de alta gama como BMW, Audi y Land Rover, entre otras.
Ese programa plantea metas de contenido local crecientes, ahorro de combustible, centros de ingeniería en el territorio y cumplimiento de exigentes normas de seguridad.
Hasta la fecha, si bien continúa el régimen de intercambio entre ambos países, la Argentina no ha participado activamente para actualizar sus propios planes en función de lo instrumentado por su socio, y ello puede acarrear en un futuro no muy lejano una pérdida de participación, por ausencia de nuevas plataformas y modelos desviados hacia ese mercado de mayor tamaño (más aún en los conjuntos, partes y piezas indispensables para cumplir con esos nuevos padrones).
Las nuevas inversiones a partir del programa "Innovar Auto" ya superan los 4000 millones de dólares. Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles de Brasil (Anfavea; www.anfavea.com.br) la producción de autos en 2013 fue de 3.740.000 unidades, un 9,9% más que en 2012. En tanto, el patentamiento fue de 3.767.000 unidades, un 0,9% menos que en 2012 (la diferencia obedece a un fuerte aumento de las exportaciones del 26,5% y una caída del 10% en las importaciones).
En ese sentido, hay para nuestro país una oportunidad y una amenaza: la oportunidad está en crecer pari passu con el mayor mercado de la región, la amenaza real y concreta quedar definitivamente a la zaga.
Brasil no ha crecido en términos económicos lo esperado, pero lo cierto es que en términos sociales se ha transformado y lo sigue haciendo: ha incorporado a 45 millones personas a su clase media en los últimos 10 años, está haciendo un esfuerzo muy importante para mejorar la educación, con mecanismos de premios y castigos a nivel primario y secundario mediante evaluaciones anuales de desempeño de docentes y alumnos, y con grandes dificultades y oposiciones ha logrado atraer médicos del exterior para incrementar y mejorar la atención de la salud, sobre todo en los municipios alejados y de mayor pobreza (de la meta de 12.000 médicos extranjeros que tiene, incorporó a la fecha 5400 de origen cubano y dotaciones menores de otros países hasta alcanzar ya cerca de 7000).
El crecimiento de los sectores medios, las posibilidades de acceder a mejor educación, sumado al hecho de que las tasas de natalidad han disminuido fuertemente, son parte del fenómeno de la disminución de la población económicamente activa (PEA) que se incorpora anualmente, ya que muchos jóvenes atrasan su ingreso al mercado laboral, frente a la oportunidad de ampliar sus estudios. De hecho, desde hace cuatro años, Brasil se encuentra en índices de desocupación muy bajos, prácticamente de pleno empleo, estabilizado en 5,7%.
Esto explica por qué le resulta difícil al gobierno lograr la meta de inflación más cercana al piso establecido del 4,5% anual y que esté permanentemente por perforar el techo del 6,5%. El año 2013 finalizó con 5,9% y esto obedece fundamentalmente a la presión salarial, producto de la reducida oferta y la suba de los salarios mínimos.
Una anécdota indica cómo ha ido cambiando el aspecto social: antes, para las mujeres negras o mulatas, la única salida laboral posible era el empleo doméstico; hoy es difícil conseguirlas, la mayoría logra mejores empleos o está estudiando.
Ese país en cambio y aún con muchas dificultades, viene desarrollando por medio del plan "Brasil Mayor" una serie de sectores estratégicos en las áreas de salud, equipamiento hospitalario, petróleo y gas, defensa, aeroespacial, bienes de capital y tecnologías de la información, entre los más destacados. En todos ellos, además de apoyos financieros, fiscales y en innovación, se utiliza el poder de compra del Estado -otorgando márgenes de preferencia- y por lo menos en las normas, figura la posibilidad de adquisición -como local- de bienes y servicios provenientes de países del Mercosur.
También, y no sólo por las obras del Mundial y los de los Juegos Olímpicos, tiene un vasto plan de mejora de infraestructura que es uno de los "talones de Aquiles" en su competitividad. Está en pleno proceso de licitación y adjudicación de obras de ampliación y mejoramiento de vías férreas y puertos, así como también de transporte carretero, especialmente en la búsqueda de mejorar la salida más rápida y menos costosa de sus cosechas. Ya hay dos corredores bioceánicos, uno al Norte, que finaliza en puertos peruanos, y otro que desde Campo Grande, pasando por Corumbá, luego por Santa Cruz y Cochabamba (Bolivia) desemboca en los puertos de Arica e Iquique, en Chile.
Esta segunda ruta bioceánica deberá resolver varios problemas antes de ser usada por los camiones: armonización aduanera, abastecimiento de combustibles, seguridad (animales sueltos en la ruta) y acuerdo con camioneros bolivianos para hacer los tramos de altura en los pasos cordilleranos.
Los problemas estructurales del Brasil no resueltos pasan por un estructura impositiva muy elevada a nivel federal, estadual y municipal, básicamente por la imposibilidad política de imponer el IVA, una burocracia costosa y con elevados grados de corrupción -todos los gobiernos requieren coaliciones de varios partidos para tener mayorías legislativas, lo que implica a su vez otorgar ministerios y autarquías a sus aliados- y si bien el país recibe cifras significativas de inversión extranjera, la tasa de ahorro es reducida para enfrentar los desafíos de competitividad frente a otros países emergentes como China.
OPORTUNIDAD
Para un país como la Argentina, a pesar de los problemas señalados, Brasil representa una enorme oportunidad: su tamaño relativo, el ascenso de las clases medias y su capacidad de consumo, su notable avance en la agroindustria; el desarrollo en energías renovables; su potencial en la industria automotriz; el reciente énfasis en salud y educación; el desarrollo de grandes obras de infraestructura, y su determinación en ser menos dependientes en tecnologías de la información, defensa e industria aeroespacial son todos campos propicios para trabajar estratégicamente en profundizar las relaciones económicas y comerciales, inclusive avanzando aún más de lo hecho hasta ahora, en la investigación científica y tecnológica conjunta.
Es cierto que no es fácil profundizar los temas con nuestros socios brasileños. Pongamos ahora esa misma reflexión desde el otro lado y nos daremos cuenta de que el primer paso hacia la profundización de la relación, tendrá que venir indudablemente desde aquí si queremos darle peso y trascendencia en el tiempo y el espacio.
Cambios sociales
Antes, para las mujeres negras o mulatas, el trabajo doméstico era la única salida laboral posible; hoy cuesta conseguirlas porque estudian o tienen mejores empleos.