Aportes para la estrategia nacional exportadora de la Argentina
De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual
Juan J. Llach y Ricardo Rozemberg, CERA, Julio de 2019
A lo largo de cinco capítulos este trabajo fundamenta y propone una estrategia exportadora para la Argentina. Entendemos por tal una estrategia de crecimiento socioeconómico inclusivo y sostenible en la que las exportaciones tengan un rol más relevante que el que han tenido desde hace ya demasiado tiempo. Para que eso sea factible, la inversión también debe tener un papel protagónico, tal que permita a ella y a las exportaciones crecer más que el producto bruto interno (PIB). Contra lo que suele creerse, y aun esgrimirse en el debate político, lo dicho no implica dejar de lado el consumo interno. Este seguirá siendo, y por lejos, el componente principal de la demanda agregada y su crecimiento podrá sostenerse en el tiempo.
El capítulo 1 presenta una visión histórica de una relación compleja, y ya casi centenaria, entre la Argentina y las exportaciones. Tal complejidad ha obedecido a razones sociales, políticas, económicas, y también a factores externos. El texto busca identificarlos, poniendo énfasis en la macroeconomía y su contexto social y político. El capítulo se completa analizando la dotación actual de factores de producción de la Argentina, en pos de ayudar a identificar sus ventajas competitivas.
El capítulo 2 analiza las oportunidades y desafíos que el mundo presenta hoy para la Argentina. La coyuntura mundial es compleja y muestra, hace ya varios años, una desaceleración del comercio y de las inversiones globales, a la que se suman más recientemente auges del proteccionismo y del nacionalismo, de final incierto. Ciertamente, no se vive hoy el mejor momento global para profundizar una estrategia exportadora e inversora si se lo compara, por ejemplo, con el de la década pasada, que la Argentina aprovechó muy limitadamente. Esto no debería servir de excusa para postergar, una vez más, una estrategia como la aquí planteada, porque sin ella será muy difícil o imposible que el país vuelva a crecer sostenidamente.
El capítulo 3 es complementario del anterior en tanto analiza el estado actual de la inserción comercial externa de la Argentina, destacando la alta concentración de las exportaciones en pocos complejos productivos, la disminución del número de empresas exportadoras y una concentración en grandes firmas. Hay también novedades positivas, como el nuevo rol del mundo emergente, en especial en Asia y África, que abarca el 85% de la población y el 60% del PIB mundiales y que crece sostenidamente mostrando un aumento sistemático de las cantidades, absolutas y relativas de personas no pobres o de clases medias. Se trata de mercados en los que la Argentina tiene amplios márgenes para crecer. Otras novedades positivas para la inserción externa de la Argentina son las cadenas globales de valor, aunque con menor dinamismo que hasta hace pocos años, y el aumento sostenido del comercio global de servicios, en los que el país tiene presencia y potencial relevantes.
En el capítulo 4 se encuentra el corazón de la estrategia exportadora aquí propuesta. Allí se justifica el porqué de su necesidad, se analizan sus ejes micro y macroeconómicos, tales como el régimen cambiario, la apertura comercial, la política fiscal y la inversión en capital físico y humano. El listado de políticas propuestas es amplio, incluyendo la tributaria y fiscal; el financiamiento; la reducción de costos burocráticos y logísticos; las regulaciones y el costo laborales; las tensiones entre las exportaciones y el precio de los alimentos y la necesidad de una política nutricional; la política comercial externa, incluyendo el desarrollo de las cadenas de valor y su vinculación con las cadenas globales, el acompañamiento a los sectores sensibles frente a la mayor competencia externa, el MERCOSUR y las negociaciones internacionales y la promoción comercial, subrayándose las sinergias recíprocas entre los componentes de este amplio inventario de políticas.
En el capítulo 5 se analizan los posibles impactos en las exportaciones de la estrategia y las políticas propuestas. Para ello se proyectan dos escenarios hasta el año 2030, con el máximo realismo posible y mostrando la posibilidad de sostener, con la estrategia aquí propuesta, una tasa de crecimiento de las exportaciones cercana al 6% anual.
Finalmente, es importante destacar que este trabajo se desarrolló simultáneamente con la puesta en marcha y los primeros pasos del programa Argentina Exporta que aspira a encarar una estrategia de amplios alcances y que podría llegar a ser inédita.