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"Alerta de un mercado marginado"

De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual

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Por Florencia Carbone, La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 29 de junio de 2010

"Para Rusia, la Argentina es uno de los socios políticos y económicos clave en América latina", dijo Sergei Mironov, el presidente del Senado ruso, durante la visita que hizo al país hace un par de semanas. "No deberíamos descuidar las áreas tradicionales de nuestro comercio, como los sectores de la carne, el vino, la energía y los fertilizantes, pero al mismo tiempo deberíamos pensar en aumentar la cooperación en altas tecnologías. Ese creo será, en las próximas décadas, uno de los más prometedores de nuestra relación", agregó. Efectivamente, como lo admitió Antonio Estrany y Gendre, presidente del Consejo Empresario Argentino-Ruso (CEAR), el "problema fundamental" en la relación bilateral es la concentración.

"La gran exportación es carne; la gran importación son abonos. Y no basta con eso. Evidentemente son cifras que son importantes, hay que cuidarlas y aumentarlas pero hay que diversificarlas, buscar otros productos y aumentar el intercambio. Hay un gran potencial. Rusia es un mercado muy importante. Desde que se incorporó a reglas de juego comerciales internacionales como economía más abierta de lo que eran, y sobre todo desde que abandonaron el sistema soviético, las posibilidades han ido creciendo", evaluó.

Fuentes de la embajada rusa en Buenos Aires dijeron a La Nacion que no hay malestar diplomático con nuestro país, y que por el contrario, existe una clara voluntad política para avanzar en acuerdos que permitan construir una asociación estratégica. "Para que ese plan se desarrolle hay que agregar más dinamismo al diálogo político", estimó el vocero que explicó que existe un compromiso por parte del Estado para fomentar un intercambio comercial de mayor valor agregado y "poder realizar grandes proyectos económicos con proyección regional, especialmente relacionados con el transporte, la energía y la seguridad alimentaria". Por último, destacó que existen "campos clave" de cooperación entre los que citó a la energía y el transporte.

Esteban Berisso, del Frigorífico Gorina, dijo que la relación con Rusia en cuanto a la provisión de alimentos deberá ser estratégica ya que con la mejora en el nivel de vida, no sólo aumentará el volumen de su demanda, sino la calidad de los productos. En la actualidad, la mayoría de la carne argentina que va al mercado ruso es para la industria (se utiliza en la elaboración de salchichas y hamburguesas).

Berisso estimó que Rusia será un importador neto de carne en volúmenes crecientes y que la Argentina no tendrá problemas para colocar allí sus productos, especialmente si logran solucionarse algunos temas que están hoy en plena negociación, como la vida útil de la carne enfriada y congelada, y si desaparecen, obviamente, los fantasmas de las restricciones internas. En 2005, Gorina exportó 20.000 toneladas de carne a Rusia; hoy, gracias a los efectos combinados de las limitaciones pos- crisis del mercado y las medidas del gobierno argentino, esa cifra cayó a 6000 toneladas anuales.

"Cuando enfrente se tiene a alguien con déficit de alimentos y con capacidad de compra, eso es interesante y alcanza para definir a una relación como estratégica. Se trata de buscar lugares donde falte lo que producimos. Rusia es un cliente importante para la Argentina; amerita cuidado y atención", añadió.

Pedro Soraire, de Bodega del Fin del Mundo, comentó que si bien las ventas de vino no tienen el peso de otros rubros -especialmente la carne-, "acompaña". Hace cuatro años que la bodega neuquina, que exporta el 40% de su producción, vende al mercado ruso. "Es un mercado con grandes chances para crecer. Es como venderle a Brasil, es muy atractivo por la cantidad de pobladores. Y en el caso del vino hay una suerte de maridaje con la carne. Esa es una buena vía de entrada como acompañamiento para nuestra carne", dijo.

¿Cuáles son los riesgos de comerciar con el mercado ruso? "Gracias a la apertura los riesgos de pago prácticamente son inexistentes, además existen empresas como Coface con las que se pueden reducir los riesgos eventuales en las operaciones", dijo Soraire, quien sí advirtió que las trabas que existen son de tipo técnico, como el requerimiento de especificaciones en la etiqueta que complican la comercialización.

Miradas escépticas

No todos creen que el envión que se publicita rendirá frutos. Juan Carlos Sánchez Arnau, ex embajador argentino en Rusia, consideró que "se puede esperar muy poco" de esta movida porque el problema está del lado argentino.

"Es un mercado en el que sigue habiendo gran potencial, especialmente para la carne, se ve un aumento interesante en las ventas de medicamentos. Hay áreas potenciales de cooperación como el transporte -tienen un eficiente sistema ferroviario, especialmente su sistema de cargas es excelente, y han desarrollado software para operarlos de primera línea-, el petróleo y el gas, pero lamentablemente no veo cambios en el horizonte porque el problema está de este lado. Hay posibilidades enormes pero están trabadas principalmente por las políticas comerciales de la Argentina", sostuvo.

Sánchez Arnau coincide en que el mejoramiento de la economía rusa, y la consiguiente mejoría en el nivel de vida de sus habitantes, elevará el nivel de la demanda de ese mercado y ello generará oportunidades para la Argentina. Muy similar es la visión de Hernando Kleimans, ex director de la Casa de la provincia de Buenos Aires en Moscú y periodista especializado en la realidad rusa.

"Para tener una estrategia lo primero que hay que tener es una estrategia, y en el caso de Rusia, no la hay. Es muy difícil, por lo tanto, establecer una línea de trabajo. Hacemos promesas, hablamos temas rimbombantes, pero después no hacemos nada y esto es una constante en la relación de la Argentina con Rusia", dijo.

Kleimans agregó que además hay elementos que son agravantes, como el hecho de que hace un año la Argentina "está sin embajador, porque la persona designada está con un problema muy serio de salud y no fue reemplazado". Según dijo, Brasil apunta a lograr un comercio de 14.000 millones de dólares con Rusia y el 40% de las exportaciones de Paraguay tienen como destino a ese país. ¿Dónde estamos nosotros?, se preguntó de modo retórico. El comercio bilateral en 2008 fue de algo más de US$1837 millones.

Kleimans repitió que definitivamente "falta una política. Los empresarios rusos quieren hacer negocios, pero mientras declaremos y no demos los pasos concretos, no se dará. Sadia (empresa brasileña de alimentos) trabaja intensamente en Rusia, pero fue presentada por el Ministerio de la Producción de su país. Podríamos estar trabajando muy bien y resolver temas de infraestructura, ferroviarios, portuarios, pero si vemos las cifras del comercio bilateral nos damos cuenta de lo ciclotímica que ha sido siempre nuestra relación", se lamentó.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió en abril último con su par de la Federación de Rusia, Dimitri Medvedev, en el segundo encuentro entre ambos, luego de que en diciembre de 2008 suscribieran un Acuerdo de Asociación Estratégica.

Fue el primer presidente ruso en visitar el país. Dicen que en el mundo de la política los gestos cuentan.

Hoy, rusos y argentinos parecen interesados en mostrar que esos gestos van más allá del "políticamente correcto" y que pretenden transformarse en los cimientos de una relación estratégica. El tiempo dirá si la idea se transforma en realidad.

DATOS Y DICHOS

Población: Rusia tiene, según datos de enero de 2009, 140.041.247 de habitantes. Las ciudades más grandes son Moscú (la capital) y San Petersburgo con una población de 10,4 y 4,5 millones.

Transporte ferroviario: Este medio mueve el 80% de la carga y el 40% de pasajeros. El país cuenta con 150.000 km de líneas férreas.

Transporte aéreo: En 2008 había 329 aeropuertos civiles, 69 eran internacionales.

Transporte marítimo: Tiene una extensa costa (37.000 km) y 43 puertos marítimos. Los principales son San Petesburgo, Vladivostok, Najodka y Novorrossiysk.

Transporte fluvial: Las vías navegables tienen una extensión de 102.000 km. Los ríos más grandes son Dnepr, Volga, Don, Enisey, Ob, Lena, Amur. A lo largo del Volga se encuentra el 40% de la población, el 45% del potencial industrial y el 50% de la industria agropecuaria.

Sergei Mironov, presidente del Senado ruso: "En cuanto a las exportaciones de carne, tenemos esperanza. Sabemos que en los próximos dos años Rusia se autoabastecerá de carne de ave y por eso se pensará en reducir o cortar las importaciones, pero la situación con la carne de vaca es contraria, la demanda está creciendo. Es un sector de cooperación tradicional y podríamos aumentar cuotas o volúmenes."

Estrany y Gendre, presidente del CEAR: "Siempre es bueno aumentar cuotas y tener más posibilidades. Tienen sus argumentos cuando dicen que no somos un dechado de perfección en el cumplimiento, pero es un mercado en crecimiento y necesitan más carne."

CIFRAS

1235 Según las cifras de Argentina Trade Net , en 2008 la Argentina exportó a Rusia 1235 millones de dólares. El principal producto vendido es la carne. Además, se comercializan cereales, frutos secos, frutas, vinos y forrajes para animales.

602 Nuestro país compró a la Federación Rusa (en 2008) US$602 millones. Adquirimos, primordialmente, combustibles, petróleo, productos farmacéuticos, metales ferrosos y abonos.

52 El principal socio comercial de Rusia es la Unión Europea; el bloque concentra el 52 por ciento del total de su comercio exterior.

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