Herramientas personales
LANGUAGES

Elecciones que redefinen la relación bilateral

De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual

Saltar a: navegación, buscar

La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 14 de octubre de 2014

Por María Florencia Carbone

En medio de las dudas que plantean las encuestas, que a 12 días de la segunda vuelta electoral muestran un empate técnico entre Dilma Rousseff y Aécio Neves, hay una gran certeza: sin importar quién dirija el Palacio de Planalto, las cosas ya no serán iguales para la Argentina.

"El 26 de octubre el Mercosur firma su defunción tal como lo conocimos hasta ahora", dice tajante Gustavo Segre desde San Pablo.

Argentino, Segre vive desde hace 30 años en Brasil donde dirige la consultora CenterGroup. Su definición apunta a que el mismo domingo en el que los brasileños decidirán el nombre de quien ocupe el Palacio de Planalto, en Uruguay se harán las elecciones presidenciales. "En ambos países hay consenso sobre el tema", dice antes de detallar que se percibe al Mercosur como "un ancla" o "un chaleco" que impide a los socios interesados sellar acuerdos con otros países o bloques.

¿Qué implicancias tendría para la Argentina que Aécio fuera el próximo presidente de Brasil? "Primero, un retroceso formal en el Mercosur. En su plataforma lo dice claramente: rever el Mercosur estancado y sin estrategia porque como está hoy no le sirve a Brasil porque no puede negociar con terceros mercados sin la aprobación de sus socios, y no quiere más tener el ancla de la Argentina. No me asombraría si pidiera -cosa que han hecho todos los candidatos presidenciales en Uruguay-, retroceder a una zona de libre comercio en lugar de la unión aduanera que tenemos hoy y eso sería un problema para la Argentina porque el único amiguito que nos queda nos soltaría de la mano", responde.

¿Y cuál sería el panorama con una eventual reelección de Dilma?, preguntó LA NACION. "Tal como están las cosas creo que en Brasil se viene un cambio en el gobierno (Segre adelantó a inicios de septiembre, cuando las encuestas indicaban que la segunda vuelta electoral sería entre Rousseff y Marina Silva, que Neves no sólo llegaría a la segunda instancia, sino que hasta podría dar una sorpresa y suceder a Dilma en el poder). Dilma tiene un pensamiento internacional muy parecido al de Cristina Kirchner, no le da al tema la importancia potencial que tendría para el país, y el mercado tiene una pelea violenta con su gobierno. Eso quedó demostrado con la reacción de la Bolsa cuando los sondeos decían que se ubicaba primera", sostiene.

Dante Sica, de Abeceb.com, dice que será una segunda vuelta reñida y que más allá del resultado los votos dejaron un mensaje claro: "Hay un fuerte pedido de cambio, en especial de la política económica. La economía ha golpeado mucho las expectativas electorales del PT (el oficialista Partido de los Trabajadores) y en ese marco hay que leer lo que planteaban Marina y Aécio con respecto a las ideas de una política más abierta al mundo, que recupere algunos pilares de competitividad, que repiense las alianzas estratégicas en términos comerciales, temas en los que Dilma estaba más cerrada".

Sica está convencido de que gane quien gane "vendrá un proceso de ajuste importante en Brasil" porque el país perdió el dinamismo desde el punto de vista del crecimiento. ¿En cuánto difiere la situación con cada candidato? "Si es Aécio, los cambios serán mucho más fuertes; si es Dilma, será menor, pero el cambio se hará de todas formas porque Brasil tiene que recuperar su tasa de expansión y para eso, darle más consistencia a su política fiscal y monetaria. Hay una demanda muy fuerte de cambio tanto en la población como en los sectores empresarios y eso significará que en la relación bilateral, Brasil será más duro. La permisividad con algunas cuestiones de la Argentina en los últimos años serán más difícil de sostener".

Welber Barral, ex secretario de Comercio Exterior de Brasil durante la presidencia de Lula y actual director de Barral & Asociados, dijo que "Aécio habla de abrir el país hacia el mundo, avanzar en la negociación con la UE y Estados Unidos. Tiene una clara influencia de la Fiesp (la poderosa Federación de Industriales de San Pablo). Es más crítico del Mercosur, y reclama más libertad para firmar acuerdos. De todas formas, una cosa es decirlo y otra concretarlo. Habría que revisar normas y evaluar muchas cosas. La realidad es más complicada que una declaración de campaña", sostuvo.

¿Y Dilma? "Tiene el rechazo del sector privado, el manejo de la economía durante su gestión fue muy pobre y le reclaman reformas, dicen que el país crece menos de lo que podría. Le prestó muy poca atención al relacionamiento externo. Más allá de los Brics, viajó muy poco. En Itamaraty (la cancillería brasileña) tienen expectativas de que en un hipotético segundo mandato podría prestarle más atención al Mercosur. De todas formas, hay que tener en cuenta que Brasil es un país muy centrado en sí mismo. Los debates de campaña fueron 99% sobre cuestiones internas".

Cuando se le pregunta por el presente y futuro de la relación bilateral, Alieto Guadagni, ex embajador de la Argentina en Brasil, destaca: "La experiencia reciente es que no hubo avances concretos en ninguna área. No hemos logrado articular en el Mercosur el desarrollo conjunto de la infraestructura. Hay reuniones, pero no avances concretos y se ha debilitado toda la capacidad negociadora conjunta. No hay que sorprenderse de que de los tres candidatos principales a la presidencia de Brasil, dos propusieran salir del Mercosur. Los únicos que podrían mantener algo son los del PT, pero la relación está hoy en un nivel mínimo".

-¿Le conviene a la Argentina algún candidato en especial?

-Si tuviera que negociar como argentino me gustaría hacerlo con el PT.

-¿Hay mayor sintonía?

-Por la sencilla razón de que no están dispuestos a cortar todos los lazos con nosotros ya, que es la posición de los socialdemócratas. El grado de tolerancia ha sido enorme, mientras que el resto está harto.

EL FUTURO

Más allá de lo que pase en Brasil con el resultado electoral de fin de mes, los expertos consultados coincideron en señalar que "en gran medida" el futuro de la relación bilateral se define de este lado. "Me da la sensación de que todos están esperando a 2016 para ver una agenda más estructurada en la relación bilateral. El año que viene será un año de transición con el nuevo gobierno brasileño, que estará atendiendo sus problemas internos. Pero para tener una agenda de relacionamiento de mediano plazo se esperará a que estén los dos nuevos gobiernos en marcha", estimó Dante Sica, de Abeceb.com.

RELACIÓN NUMÉRICA

El Banco Ciudad estima menos exportaciones

Caen las ventas

Suma de factores

Las exportaciones a Brasil caerían este año alrededor de US$ 2300 millones, por la desaceleración del principal socio regional del país, a lo que se le sumó la depreciación del real, que vuelve menos competitivos los productos argentinos..

Fundación ICBC Argentina, 2013 - Todos los derechos reservados. Términos y condiciones de uso.