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Cómo exportar más y ser más productivos con los SBC

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Revista Megatrade, Mayo de 2023

La agenda que América Latina y el Caribe (ALC) necesita para impulsar su potencial en los Servicios Basados en Conocimiento (SBC), fue tema de análisis por estos días en la Webinar “Conocimiento de exportación: La era de los servicios en América Latina”, organizado por BID INTAL.

Ana Vasco, directora del BID, explicó que el encuentro fue motivado a partir de una publicación de análisis y diagnósticos de la región realizada por la entidad, vinculados con el sector de SBC en el que participaron los presentes del evento.

Fabricio Opertti - gerente del sector de Integración y Comercio (INT) del BID, mencionó en la apertura, que la región se encuentra frente a una oportunidad única gracias a los avances tecnológicos que habilitaron nuevas formas y paradigmas de producción al facilitar el suministro transfronterizo de los servicios. Particularmente aquellos de base digital, y abriendo así nuevas oportunidades a las diferentes economías y sectores.

“En los últimos años observamos una mayor participación de estos servicios en el comercio mundial, las tecnologías de la información y comunicación, favorecieron la aparición de nuevos servicios que se comercian internacionalmente y de alguna forma disolvieron la frontera entre los bienes y los servicios, al convertir muchas mercancías en productos digitales”, dijo. Señaló que existe una evidencia clara de cómo las empresas del sector de servicios, no solo contribuyen a expandir las exportaciones, sino también son una fuente potencialmente significativa de ganancias en productividad para la economía en su conjunto y pueden considerarse como motores y vectores de crecimiento para las economías de los países emergentes.

“Este sector puede contribuir también a confron- tar otros dos desafíos: el cambio climático que está generando enormes desastres al planeta y la emergencia alimentaria exacerbada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania”, comentó. Agregó que los SBC pueden jugar un rol fundamental mediante la contribución en la implementación de procesos productivos más limpios y en la motivación económica con el cuidado del medio ambiente y la innovación.

El encuentro, tuvo una variedad de expositores de primera línea.

Eleonora Rabinovich, jefa de asuntos gubernamentales y políticas públicas de Google Latinoamérica, dijo que los SBC se posicionaron en la región como un sector clave, tanto para expandir y diversificar, como para aumentar la competitividad en distintos sectores. “Por un lado, los SBC sirven para generar empleo y divisas por exportaciones, obviamente, pero también llevan competitividad a otras áreas productivas”, agregó.

Explicó que la compañía publicó un estudio, Digital Sprinters, o velocistas digitales, que es una visión sobre cómo los países de la región de América latina y de otros mercados emergentes, utilizando la tecnología, pueden convertirse en velocistas digitales y aumentar el PBI y su desarrollo económico a través de la transformación digital. “Hace dos años, cuando presentamos el estudio, medimos el potencial que traían las tecnologías digitales al PBI de las 6 principales economías de la región. Utilizando herramientas digitales podía aumentar, para el año 2030 el 23% del PBI combinado de esos países. Son más o menos USD 1300 millones”, sentenció. Agregó que, para la empresa, América Latina es una prioridad y vemos un potencial enorme, no por nada es la región de los unicornios, es la región de la innovación y de los emprendedores. Comentó que en el informe, se preguntaban como esos Digital Sprinters podían usar las herramientas digitales para seguir aumentando las exportaciones. Mencionó que el valor que podrían tener las exportaciones en el año 2030, significaría más o menos USD 140 mil millones en exportaciones utilizando herramientas digitales. “Las tecnologías digitales podrían aumentar el valor de las exportaciones, por un lado, al crear nuevos productos exportables que no existían en el pasado y, por el otro, aumentar las de la indus- tria audiovisual y de los videojuegos, entre otras. También podrían contribuir reduciendo el costo de los accesos a los mercados globales a través de la publicidad digital o de otras herramientas para tener más clientes, más capacidades de venta y de exportación de productos y servicios”, cerró.

Mariana Franza, jefa de operaciones (COO) de Ualá, a su turno, explicó que se trata de una de las empresas unicornios argentinas basa- das en SBC. Señaló que las economías basadas en el conocimiento traen beneficios tanto para las empresas del sector privado como para un país en general. “En primer lugar, la industria de SBC es un motor de desarrollo económico y un gran generador de empleo. Solamente las Finte- chs en Argentina crearon, el año pasado, 27 mil puestos de trabajo. Un 70% más que en el 2021, que fueron 16 mil. Esto genera mayor capacidad de ahorro y de inversión y mayor consumo, lo que implica mayor recaudación de impuestos”, indicó. Agregó que además es un gran generador de exportaciones: En Argentina, los SBC en el año 2022 fueron de USD 7500 millones, 8.5% del total de las exportaciones de Argentina, tercero después de la industria agro y la industria auto- motriz. En el año, 2023, se prevé que crecerán entre un 10%, 15% y llegaría a los USD 8500 millones en Argentina para la a exportación.

Otro factor que mencionó la CEO de Ualá, es que los SBC son un motor de desarrollo de talento creando un pool mucho más grande. “La transformación digital de todas las industrias, tanto las tradicionales como las basadas en conocimiento, avanzan en la necesidad de eficientizar procesos, de bajar costos, de personalizar productos y de ser más orientado al cliente”, dijo.

Pero no todo es color de rosas. Franza explicó que la industria de SBC, tienen sus desafíos, especialmente en un contexto global como el de ahora. “Uno de los desafíos es el contexto inflacionario, profundizado por la pandemia y la guerra. La problemática de esto es que se creó un invierno de inversión. El dinero está menos dis- ponible y resulta más caro para invertir. Cuando hay menos dinero disponible para invertir, se cae la potencialidad de creación y de innovación en las empresas SBC. Otro punto es el talento que es el bien de capital de estas empresas y es super escaso", dijo. Agregó que eso está profundizado en Argentina por la migración virtual y física de talento. En el 2022, más de 40 mil argentinos emigraron a España y 30 mil personas freelancer están trabajando para empresas fuera de Argentina.

“En Latinoamérica es muy importante esta indus- tria. Es fundamental que los marcos regulatorios y económicos acompañen. La complejidad de un sistema tributario no ayuda al crecimiento y la complejidad de un sistema económico difícil, tampoco. Un sistema educativo va a ayudar a que esta industria pueda crecer”, cerró.

Servicios basados en el conocimiento en ALC

Ricardo Rozemberg, especialista en comercio e integración del BID INTAL, explicó en su intervención, que existe un fuerte dinamismo a nivel internacional de los ser- vicios en general, no solo los SBC, sino también turismo, de viajes, transporte. Además, agregó que en la última década, estos servicios son más dinámicos en el comercio internacional, que los bienes. “Dentro de ese conjunto de servicios, el dato saliente de las últimas dos décadas, es que los SBC participaron en relación al conjunto y hoy representan a nivel internacional el 10%, aproximadamente, del comercio mundial de bienes y servicios”, dijo.

Otro punto saliente que señaló es que América Latina se está incorporando a un mercado mundial dinámico, en un sector que crece y que tiene potencial para el desarrollo futuro. Añadió que no solo se está sobre la oportunidad de diferenciar productos y de generar nuevos sectores exportadores, sino que existe la posibilidad de salir de algunos bienes tradicionales que se exportan y que tienen trabas en el comercio mundial, subsidios internacionales y muchas restricciones.

“Esta oportunidad, es una un dato muy positivo para la región, pero tiene que competir muy fuertemente en este mundo tan dinámico. Esto no es un tema menor, América Latina ha hecho bien las cosas hasta el momento, pero cuando se mira en términos relativos, lo puede hacer mejor. Le falta dinamismo en su comportamiento, comparado con otras regiones", explicó.

Además, para el especialista, cada país de América Latina y el Caribe es muy heterogéneo en la importancia que tienen los SBC dentro de las exportaciones. Existen asimetrías en cuanto a la especialización y la dinámica de los últimos años, ya que hay países que siguieron invirtiendo, aumentando las capacidades y teniendo un protagonismo muy importante y otros que se han quedado un poco más atrás. “A nivel de importancia en cuanto a exportación de SBC en la región se ubican, Brasil, Argentina, Costa Rica, México y Chile, pero cuando miramos en términos de dinámica, los que han tenido un gran crecimiento son Costa Rica y Uruguay. Hay un segundo grupo de países muy dinámicos integrados por las economías de Centroamérica y Perú y después hay un grupo que llamamos de dinamismo medio, integrado por economías como Chile, Argentina y en cierto a medida Brasil”, dijo.

Recursos naturales como oportunidad para los SBC

Otro de los bloques: “SBC y cadenas globales de recursos naturales: oportunidades para ALC”, estuvo conformado por Karina Fernandez-Stark, autora de uno de los artículos de la investigación del BID INTAL y miembro del Centro de Cadenas de Valor Global de la Universidad de Duke y Javier Ruiz del Solar, director ejecutivo del Advanced Mining Technology Center (AMTC).

Fernandez-Stark, explicó que para que Chile se posicione como un proveedor de SBC, lo más importante es analizar donde se encuentran las ventajas competitivas del país. “La evidencia empírica mostró que las ventajas en SBC se encuentran en las cuatro industrias exportado- ras de bienes del país que son el cobre, salmón, fruta y celulosa. Recursos naturales. Estas cuatro industrias concentran el 77% de las exportaciones de bienes”, dijo. Mencionó que en Chile hay firmas líderes mundiales, tanto como locales en la materia. “Estas empresas demandan insumos y servicios de clase mundial. Hicimos un análisis preguntándonos quiénes son estos proveedores y notamos que hay más de 10 mil proveedores de servicios en minería y alrededor de 10 mil en el área frutícola. Pero lo importante es la magnitud”, aclaró.

Agregó que esas empresas compraron USD 13 mil millones, 4,5% del PBI, en servicios el año 2019, y el 90% de esos servicios fueron comprados en el territorio de Chile. Solamente un 10% fue importados.

Ruiz del Solar, se refirió al uso de los SBC en Chile, incorporándolos a la industria minera mediante servicios de ingeniería, servicios asociados a la digitalización y a la automatización. Explicó que no se está explotando el potencial para exportar estos tipos de servicios. “Desde mi punto de vista, hay 3 aspectos claves a resolver: El primero es que no existe una estrategia clara y, los mecanismos de apoyo que se provee a las empresas para que exporten, son básicos”, dijo.

Señaló que lo segundo, en el caso de los recursos naturales en Chile, en particular la minería, es un mercado grande, muy interesante, donde hay mucho dinero, con servicios sofisticados. Indicó que muchas veces las empresas no tienen el incentivo para exportar porque el mercado interno es muy atractivo y casi no dan abasto para proveer los servicios que el mercado interno requiere. Eso es un factor que hay que tener en cuenta.

“Lo tercero es que, por el tipo de servicios, no son fácilmente exportables sin estar en otros países si se quiere ofrecer servicios de automatización de procesos mineros. Y lo que ha hecho Australia, por ejemplo, es que cuando las empresas mineras han salido a operar en otros países, lo hicieron de la mano de sus proveedores de servicio”, finalizó.

Colombia ¿Un ejemplo a seguir?

El panel Innovación y exportaciones en los servicios basados en el conocimiento en Colombia, estuvo inte- grado por Sergio Peláez, de la Georgia Institute of Technology y Andrés Carbó Abello, director del Cluster de Software y TI de la Cámara de Comer- cio de Bogotá.

Peláez mencionó cinco puntos clave de las características del pro desa- rrollo de los SBC. “El primero es la característica de “transabilidad”, que no tenían los servicios tradicionales, esto es que pueden competir en mercados internacionales y que se prestan de forma mucho más fácil. Para competir en esos mercados, las empresas se ven forzados a tener mayores componentes innovadores y a obtener aumentos de productividad y, además, tienen la oportunidad de acceder a lo último en tecnología en el extranjero, lo que genera una absorción de conocimiento”, dijo. Agregó que con la “transabilidad” que tienen los SBC hay sectores mucho más enfocados en la exportación y esto tiene muchos beneficios para el desarrollo de los países en términos de estabilidad de balanza de pagos, flujos de divisas, tasas de cambio y crecimiento económico.

El segundo componente que mencionó, es el innovador que, en los SBC, genera un efecto derrame, ya que no solamente el sector en sí mismo es innovador, sino que atrae una cantidad de innovación sobre las empresas que contratan el servicio.

“Un tercer elemento, son las economías de escala. Estos son sectores que requieren altos costos de investigación y desarrollo, pero una vez que se codifica el conocimiento y es capaz de proveerse, el costo marginal es muy bajo pero el precio es alto y eso genera un efecto de competitividad muy fuerte sobre estas empresas”, señaló Peláez.

Agregó que estas características mencionadas, generan que el sector aumente lo que se conoce técnicamente como complejidad económica del país. “El tejido productivo no solamente se vuelve más diverso, sino que se vuelve más sofisticado. Esto es una actividad que no es tan sencillo de encontrar, y está conectado muy fuertemente con la capacidad de desarrollo económico de los países”, dijo.

El último punto que explicó, es que estos secto- res generan empleo de calidad. “Eso era algo que estaba reservado a en los sectores tradicionales de manufactura. La manufactura cada vez es menos intensiva al trabajo y más intensiva en capitales y en tecnología sofisticada”, cerró. Carbó Abello -en la foto abajo-, explicó que mediante una alianza de la Cámara de Comercio de Bogotá con diferentes organizaciones como pro Colombia y el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, hicieron un análisis del comportamiento de la exportación de la industria de software y de tecnologías de la información, tanto en el país como en Bogotá y observaron el siguiente contexto: “Las ventas del país han estado alrededor de USD 300 millones y en Bogotá, aproximadamente USD 260 millones, demostrando que la Capital está siendo el principal hub de exportación de servicios basados en software. Prácticamente el 86% de las ventas totales reportadas, están teniendo como principales merca- dos Norteamérica y Latinoamérica con más del 60%, un porcentaje menor en Europa, más del 10%, y el otro, 25% las otras regiones”, informó.

Mencionó que Colombia se ha posicionado como el tercer mercado de software más grande de la región, precedido de Brasil y México, debido a los nuevos emprendimientos y mejores niveles de inversión y participación extranjera justificado por varios elementos: “Uno tiene que ver con la innovación y la creatividad, mediante el trabajo en la diferenciación y aprovechamiento de las tecnologías de la 4ta Revolución Industrial o 4.0 aunque ya estamos en la 5.0. Aquí lo que queremos es tener procesos de reducción de costos, nuevos productos o bienes y servicios, o hacer el mejoramiento de uno nuevo. Otro elemento es la especialización vertical según la necesidad empresariales. Una tercera cuestión es el fortale- cimiento de la cadena de valor, donde trabajamos temas de las alianzas estratégicas internacionales”, cerró.

Sector audiovisual argentino

El último panel estuvo integrado por Paula Covelli, miembro del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP) y Vanessa Ragone, Presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica.

Covelli señaló un estudio que mide el impacto directo e indirecto de las exportaciones de servicios audiovisuales en Argentina, para lo cual simularon tres escenarios.

“El primero de ellos fue la Ley de economía del conocimiento, que permite que se pueda reducir hasta un 70% del impuesto a las ganancias, se les devuelve el 60% de las contribuciones patronales y existe una exención en las retenciones de las exportaciones. El segundo escenario y el tercero tienen que ver con la evidencia internacional, que muestra que, países desarrollados o en vías de desarrollo, utilizan distintos incentivos fiscales, como el Cash Rebate – devolución de gastos elegibles - y el Tax Rebate - disminución o tasa preferencial impositiva - para promocionar las exportaciones del sector audiovisual en particu- lar”, explicó. Agregó que ambos mecanismos se aplican en función de los objetivos que se quiera buscar, el Cash Rebate, busca atraer inversión extranjera directa para estimular el empleo local y el desarrollo de la industria audiovisual y el Tax Rebate, está orientado a la industria local, a capitales locales.

“Al simular estos tres escenarios encontramos que aplicando técnicas de insumo-producto, todos los escenarios dan un impacto positivo o favorable en términos de empleo y de actividad económica en el sector audiovisual. Dependiendo de cuánto fuera el aumento del incremento de las exportaciones de servicio, ese aumento también se da en toda la actividad económica del país”, mencionó Covelli -en la foto a la izquierda-.

Por su parte, Ragone, explicó que la industria cinematográfica, es un mercado pequeño y tiene que seguir en la búsqueda de atraer inversión de productoras extranjeras, plataformas y distribui- doras. “La situación macroeconómica de Argen- tina, complejiza un poco el momento. Si bien hay mucho interés, a la vez hay incertidumbre en general y, por otro lado, no somos muy baratos en dólares en este momento en relación a otros países de América Latina. Aun así, muchas plata- formas apuestan a producir con nosotros y darle oportunidades a las productoras y a un sector muy amplio, que no es solo el trabajo directo del cine, sino que todo el trabajo vinculado con otras actividades que otorga”, añadió.

Señaló que, desde lo privado, hay que seguir trabajando en la capacitación de los equipos, para que entiendan cuáles son las demandas actuales, para responder con agilidad y con rapidez. La directiva ,expresó que, las empre- sas productoras tienen que seguir trabajando en la búsqueda de nuevos mercados y nuevos modelos de financiamiento mediante un vínculo saludable con el Estado nacional, y que si bien, el contenido audiovisual es costoso de hacer, “nos lleva por el mundo entero”. “Hoy tenemos 2 películas en el festival más importante del mundo (Cannes), y eso traslada nuestro saber, nuestra manera de vivir, nuestro modo de hablar y nues- tra idiosincrasia por todo el mundo. Hay algo en lo audiovisual que podemos hacer viajar, si logra- mos que público y privado coexistan saludable- mente”, cerró Ragone -en la foto a la derecha-.

Buscar más allá de la exportación de los SBC

El webinar finalizó con unas palabras de Marion Jansen, directora Trade and Agriculture de la OCDE, Andrés López, director del IIEP UBA- CONICET y Ana Basco, directora del BID INTAL. Jansen mencionó que los servicios digitales han supuesto una verdadera revolución. Señaló que la OCDE recomienda reducir las trabas reglamentarias para aumentar el desarrollo de estos servicios y bajar los costos relativos a su comercialización internacional, como aquellas que desequilibran el terreno de juego al aumentar los costes para los prestadores extranjeros sin muchas veces una mayor razón que el proteccionismo económico. Expuso datos de un trabajo realizado que, en términos cuantitativos, muestra que un aumento del 10% en la conectividad digital entre dos países aumenta un 2% las exportaciones de bienes, un 3% las exportaciones de servicios y un 4% las explota- ciones de paquetes pedidos digitalmente. Señaló que desde 2014, vieron un aumento constante de disposiciones restrictivas que afectan el comercio digital. Para Jansen -en la foto-, la región del Caribe y América Latina tuvo un aumento menos abrupto de esas disposiciones que en otras regiones como Asia y esa tendencia parece haberse ralentizado desde 2018. “Especialmente en 2020 cuando varios países implementaron legislaciones facilitadoras de la digitalización para luchar contra el Covid 19”, señaló. Aunque declaró que las restricciones siguen siendo altas, especialmente en temas relativos a infraestructuras y conectividad.

“Otra característica del panorama legislativo es su carácter complejo y heterogéneo. La fragmentación reglamentaria tiene un impacto particularmente negativo en el comercio digital. La reglamentación sigue siendo nacional y conforme a legislaciones con disposiciones diversas y eso tiene un costo importante, especialmente para pequeñas y medianas empresas. De ahí la importancia de estrategias regionales de armonización, tales como la Agenda Digital para América Latina y el Caribe y las agendas digitales de programas de Integración”, completó.

Por su parte, Andrés López López, señaló que la discusión sobre los SBC no tiene que pasar solo por exportar. “La política pública, focaliza el discurso en exportar y generar empleo. Ahora la discusión de los “knowledge based services” (SBC), es sobre productividad, no sobre exportar. En Alemania se discute sobre cómo estos servi- cios ayudan a la productividad de la economía y a la innovación. En nuestros países estás discusio- nes están un poco ausentes”, expresó. Ejemplificó en lo que sucede con el litio y la producción de las baterías: “El discurso sobre litio se llama la batería. Todo pasa por hacer baterías. Eso es difícil. Hay mucho más espacio para empresas que puedan prestar servicio de exploración, prospección, servicios ambientales, mejora de los procesos operativos, investigación, y desarrollo en torno a los procesos de explota- ción de litio. Pero a los políticos les gusta hablar de la batería. Y parece ser que el desarrollo, es hacer baterías de litio. Se está subestimando todo el potencial que hay aguas arriba”, sentenció.

Si bien en muchos espacios se dice que hay que aprender a programar, Lopez dijo que hay todo un mundo que requiere otras capacidades, que son otros actores y son otras las políticas que se necesitan y ese mundo todavía no está organizado y cuya voz es menos potente que otras. “Hay mucho más para ganar ahí que seguir aumentando las exportaciones. Incluso, en algunos casos, están bajo amenaza si pensamos que algunas cosas muy rutinarias van a ser reemplazadas por un algoritmo. Me preocuparía por ver cómo hago para que los SBC contribuyan a mejorar la productividad, las capacidades de innovación y la competitividad al resto de la economía, que en solamente pensar como un cash out de exportaciones que dependen de circunstancias que controlamos solo parcialmente”, cerró.

Para finalizar, Basco se refirió a la existencia de una oportunidad y un potencial que tiene el sector de los SBC en América Latina y el Caribe y mencionó que no solamente contribuye a diversificar la matriz productiva exportadora, sino también a incrementar los niveles de productividad y de innovación de la economía. Respecto a los desafíos, que se vienen, señaló: “Existe una necesidad de fortalecer la infraestructura digital y la conectividad y rever las restricciones que aún persisten en el comercio de servicios. Hay necesidad de financiamiento por lo que habría que buscar políticas de inversiones, más en este contexto de incremento de tasas. Otro desafío a abordar es la brecha que existe entre la demanda y la oferta de habilidades”, finalizó.

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Acceder a Revista Integración & Comercio: Año 26: No. 48: Diciembre 2022: conocimiento de exportación: la era de los servicios en América Latina

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