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Brasil se afianza en su nuevo club de amigos

De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual

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La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 9 de septiembre de 2014

Por Florencia Carbone

menos de un mes de las elecciones, nadie se anima a arriesgar quién será el próximo presidente de Brasil. Sin embargo, todos coinciden en algo: nuestro vecino tiene "nuevos mejores amigos". Con saudades, la Argentina mira ese listado virtual desde abajo. China, en la cima. En lugares expectantes, el resto de los socios del Brics (que además de Brasil y el gigante asiático integran Rusia, India y Sudáfrica); la por hoy muy de moda Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú); la Unión Europea (de quien logró transformarse hace tiempo en "socio estratégico") y Estados Unidos (con quien los principales candidatos presidenciales hablan de mantener una "relación madura").

¿Y el Mercosur? ¡Ah! Si, ahí, en estado de latencia. Nada de patear el tablero y generar más problemas de los que ya existen, pero tampoco de dedicar muchas energías a un proyecto que en los últimos años ha generado más dolores de cabeza que satisfacciones -especialmente con su otrora "aliado estratégico" y destino principal de sus exportaciones industriales: la Argentina-.

Según las últimas encuestas, hoy los tres postulantes con más chances son la actual presidente Dilma Rousseff (Partido Trabajadores, va por su reelección), Marina Silva (Partido Socialista Brasileño, hasta el 13 de agosto era candidata a vicepresidente de Eduardo Campos, quien ese día falleció en un accidente aéreo) y Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña, la fuerza del ex presidente Fernando Henrique Cardoso).

¿Hay alguno de los tres que "sea mejor" para la Argentina? "Ninguno ha hablado del Mercosur o de la Argentina ni a favor ni en contra. Lo que se ve en el último año es que Brasil cambió de amigos. Antes éramos amigos íntimos, pasábamos buenos momentos, nos divertíamos, pero ahora aparecieron los Brics, la Alianza del Pacífico. Entonces parece ser si me queda un poquito de tiempo juego con vos, pero sino, estos amigos nuevos me tratan mejor, no me generan problemas, no me cambian las reglas de juego a cada rato, me siento más cómodo. Es una forma indirecta de mostrarnos que hay otro mundo además del Mercosur y que Brasil ya comenzó a mirarlo", responde Gustavo Segre, director de la Consultora CenterGroup.

OJOS ARGENTINOS

Argentino, Segre vive en San Pablo desde hace más de 30 años. La Nacion lo consultó por las similitudes y diferencias entre las campañas presidenciales entre ambos países.

"A diferencia de lo que pasa en nuestro país, los tres postulantes con más chances de llegar, coinciden en que mantendrán los pilares de la economía que fueron instrumentados por Fernando Henrique Cardoso en los 90. Y es muy curioso que una candidata como Marina Silva -que ha crecido mucho en las encuestas- acepte dos puntos que para nosotros serían muy difícil de escuchar: el primero, que no todo lo que ha hecho el gobierno ha sido malo y que por lo tanto mantendrá lo que haya sido bien hecho y tratará de mejorarlo. Y lo segundo es: no me interesa de qué partido es, si es técnico y es bueno, lo quiero trabajando en mi gobierno. Otra cosa que nos resulta difícil de entender es que Brasil trabaja mucho en el largo plazo. Tienen política de Estado. Cuando toman una determinación como fue el Presal en su momento (la reserva de petróleo submarina) o el desarrollo en el área agropecuaria, trabajan a 15 años. Nunca sabremos quién será el presidente en ese momento, pero sí qué se hará con un tema. En la Argentina estamos más acostumbrados a políticas de gobierno que duran cuatro años, si el gobierno se reelige pueden durar cuatro años más, pero cuando venga el próximo cambiará todo. Y eso no es bueno porque no permite pensar en el futuro", dice Segre.

Welber Barral, ex secretario de Comercio Exterior durante la presidencia de Lula Da Silva, reconocido especialista en negociaciones internacionales y consultor de la poderosa Federación de Industria del Estado de San Pablo (Fiesp) y de la Cámara de Comercio Americana (Amcham), entre otras organizaciones, admite que "la cosa no está clara" y que por ahora las encuestas muestran un empate técnico femenino en primera vuelta y un triunfo de Marina Silva en segunda vuelta.

"Pero faltan para eso casi dos meses (la segunda vuelta debería hacerse el 26 de octubre) y en ese tiempo pueden pasar muchas cosas", comenta desde San Pablo entre risas. "Además -agrega-, es un buen tiempo para que los principales candidatos aclaren cuáles son sus proyectos. La política exterior no es un tema que defina el resultado de una elección en Brasil. El 80/90% de las cuestiones que se debaten tienen que ver con cosas internas. Somos un país que se mira mucho el ombligo. Con los gobiernos de Fernando Henrique y de Lula la cuestión internacional empezó a ocupar un poco más de espacio en la agenda, pero lejos de ser un tema central, los postulantes no le dedican mucho tiempo."

RECLAMOS PARA DILMA

Barral, titular del Estudio Barral & Asociados, es también profesor en el Instituto Rio Branco (donde se forman los diplomáticos del vecino país). "Hay quienes especulan que en un eventual segundo gobierno, Dilma podría dedicarse un poco más a las relaciones internacionales y prestarle más atención al Mercosur y a los Brics. De hecho, una de las críticas que le hacen es la poca atención que le prestó a la política internacional. Aécio, por su parte, ha tenido un discurso más enfático de apertura comercial, sobre la necesidad de cerrar rápidamente un acuerdo con la UE y lograr un acercamiento con Estados Unidos. A Marina se la ha escuchado muy poco. Una de las economistas que la asesora habló de tener una relación madura con EE.UU.", agregó.

¿Es correcto pensar que sin importar quién sea el próximo presidente las prioridades de Brasil en su relacionamiento político y comercial estarán fuera del barrio?, preguntó La Nacion. "Es una lectura correcta. De todos modos, si Dilma fuera reelegida, la permanencia de gente como Marco Aurelio Garcia -defensores del proyecto del Mercosur-, asegura que todo eso seguirá en pie. Lo que habrá que mirar es el grado de atención que se le prestará."

Decididamente, la relación bilateral no pasa por su etapa más feliz. Sin eufemismos, en su evaluación mensual, abeceb.com la calificó en el informe de agosto como "su peor momento histórico". Basándose en cifras oficiales, la consultora detalló que el comercio bilateral de los dos principales socios del Mercosur se contrajo 28% en agosto y acumula una caída de 22% en los primeros ocho meses del año. "Los datos muestran que de ser el segundo socio, la Argentina ahora ocupa el quinto lugar debajo de Suiza, por unos miles de dólares, pero debajo de Suiza al fin, según datos hasta agosto", explica Mauro Laviola, vicedirector de la Asociación del Comercio Exterior de Brasil.

Laviola es de los que piensa que "es muy difícil prever qué pasará", pero cree que "si gana Dilma no habrá grandes cambios y el Mercosur seguirá como está, ya que no hay ambiente político para grandes cambios. La situación argentina cada día está peor, la reestructuración de la deuda, cada día más complicada, y sus reservas que pueden llegar debajo de 30.000 millones? las relaciones internacionales políticas y comerciales quedan dañadas con eso. Por otro lado la situación de Brasil tampoco es muy buena: el crecimiento es 0%, la inflación está en el límite máximo. También se requieren cambios", advierte.

En la cuenta regresiva electoral brasileña parece haber más espacio para sorpresas que para certezas. Entre las pocas cosas seguras, una tiene un mensaje que afecta directamente a la Argentina: cuando el próximo presidente asuma ya nada será igual para nuestro país. Por necesidad o por convicción, Brasil intensificará sus contactos con el mundo. Desde este lado tendremos que resolver qué hacemos.

MERCOSUR, FLEXIBILIZADO Y CON UN SOCIO SIN MEMBRESÍA

Marina Silva dijo que en caso de ganar, propugnará una flexibilización del Mercosur para poder hacer acuerdos bilaterales con otros países, y puso como ejemplo el acuerdo que se negocia con la UE. "Hay dificultades, como el caso de Argentina, pero eso no debería impedir que Brasil siguiera. Es una cuestión de defender los intereses del país sin perjudicar al resto."

¿Podría haber un desplazamiento de la Argentina en la agenda de un gobierno de Silva?, preguntó La Nacion a Raúl Ochoa. "Creo que tanto en un eventual gobierno de Marina como de Aécio las prioridades respecto de la integración al mundo son clarísimas, incluso en el Partido de los Trabajadores el tema está muy avanzado porque hay un acuerdo unánime en el sector empresarial de la necesidad de más inserción de Brasil en las ligas mayores. La semana pasada Vera Thorthensen estuvo aquí, invitada por la revista de Techint y fue muy clara sobre la necesidad de avanzar con los acuerdos empezando por la conclusión del que tenemos en marcha con la UE. Volvió a insistir con la idea de que si la Argentina necesita más tiempo, ok, pero Brasil tiene que ir adelante porque no puede ser observador de un acuerdo EEUU-UE. Tenemos que trabajar el tema para ver cómo no perdemos preferencias con la Alianza del Pacífico, dijo en esa reunión", citó Ochoa, docente de Untref y de la Fundación ICBC.

Mauro Laviola, vicedirector de la Asociación del Comercio Exterior de Brasil, admitió que Marina Silva dijo algunas cosas sobre la necesidad de reformular el Mercosur, pero advirtió que "decirlo es fácil y hacerlo es muy complicado. Hay que cambiar algunas premisas básicas. Tal como está no funciona, hoy es mucho más político que comercial. Los sectores privados en Brasil -incluso el nuestro- proponen una revisión del proceso porque como está no camina. Lo que ocurre es que el Mercosur se convirtió básicamente en un ente político ideológico con un comando que está en manos de Venezuela y Argentina".

Laviola, destaca un dato: "China se va convirtiendo en el socio informal del Mercosur y de la Alianza del Pacífico. Sin membresía, tiene ya un lugar de privilegios.

PBI CON SIGNO MENOS

La semana última, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) confirmó que el PBI se contrajo en los dos primeros trimestres de 2014. Traducido en términos económicos, el gigante sudamericano entró en recesión técnica.

Según el organismo, la depresión entre abril y junio fue de 0,6% en comparación con el primer trimestre; además, el IBGE señaló que la expansión del 0,2% que hasta ahora se creía que había tenido la economía entre enero y marzo en realidad fue una contracción del 0,2%, según los datos revisados.

Brasil no se encontraba en terreno de recesión económica desde la crisis internacional de 2008, cuando el último trimestre de ese año y el 1° de 2009 fueron negativos.

141 MILLONES

El 5 de octubre habrá 141 millones de brasileños en condiciones de elegir al próximo presidente del país. Según las últimas encuestas difundidas, el futuro gobierno no se definirá ese día sino tres semanas después ya que las preferencias se reparten entre la actual mandataria, Dilma Rousseff, y Marina Silva, que muestran un empate técnico. Según las cifras de Ibope y Datafolha, la postulante del PT cosecha entre 35 y 37% de la intención de votos mientras que la ambientalista reúne el 34% de las preferencias. En la segunda vuelta, sin embargo, ambos sondeos coinciden en que triunfaría Silva con el 46 a 48% de los sufragios y una ventaja que rondaría los 7 puntos sobre Rousseff.

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