El mundo del comercio necesita de más derecho aduanero

Por Ricardo Torres Brizuela, para La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 22 de septiembre de 2015

GINEBRA.- El cielo nos recibió con dudas en las tierras de J. J. Rousseau. Las mismas dudas y desafíos que aparecieron en el debate que se mantuvo en la Reunión Mundial de Derecho Aduanero 2015 organizada por la Academia Internacional de Derecho Aduanero. Las puertas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se abrieron para el "Marco Jurídico de la OMC. Los acuerdos comerciales multilaterales relacionados con cuestiones aduaneras" .

El objetivo era conocer y analizar el estado jurídico actual que guardan en la operación internacional y en las legislaciones nacionales, los acuerdos multilaterales, relacionados con cuestiones aduaneras de la OMC después de 20 años de vigencia.

La citada Academia, que nuclea abogados de la especialidad de todos los continentes, quiso contribuir al diálogo para enfrentar esos desafíos . Mientras las víctimas de las guerras golpean las puertas de Europa, en otro nivel, claro está, el mundo golpea las puertas del mundo, que levanta cada vez más muros y los ideales de la OMC de liberación del comercio -valor aspiracional siempre difícil- claman por ser revisados y actualizados.

Representantes de distintos países de América y algunos de Europa se congregaron en el centro William Rappard, sede de la OMC. Los anfitriones nos dieron la bienvenida remarcando los aportes de la OMC en estos 20 años, idea que los representantes del derecho aduanero también destacaron, emulando la mesa redonda del Rey Arturo puesto que, más allá de las dudas y críticas, todas las voces son escuchadas.

En varias presentaciones surgió como símbolo la figura de la balanza para representar el equilibrio -siempre difícil- entre la facilitación del comercio y el control eficiente por parte del servicio aduanero.

Sobrevoló la consideración del reciente Acuerdo sobre Facilitación de Comercio que se aprobó en la Novena Conferencia Ministerial celebrada en Bali (Indonesia) en 2013, cuyo objetivo es reducir los costos del comercio y con ello impulsar los intercambios entre los países y aumentar los ingresos mundiales. Se prevé que los países en desarrollo serán los más beneficiados.

En el histórico edificio, ex sede de la Liga de las Naciones, surgió la pregunta sobre si todas estas cuestiones que afectan al comercio merecen ser discutidas desde el punto de vista jurídico o solamente deben ser objeto de decisiones políticas que exceden los argumentos normativos. Otra vez apareció la idea de la balanza y el equilibrio. Como un eco constante se escuchó que el mundo necesita normas, transparencia y previsibilidad.

Las presentaciones estuvieron vinculadas a cuestiones como protección a la salud y al consumidor, la aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias, las barreras técnicas al comercio y facilitación del comercio.

Y allí las oportunidades se vieron en torno de la necesidad de capacitar e invertir en capital humano. La idoneidad para asumir la facilitación del comercio se consideró urgente y vital.

En el cierre del encuentro, el embajador Fernando de Mateo, de la OMC, expresó el deseo de que haya más derecho aduanero en Ginebra.

El cielo comienza a abrirse sobre el Lago Leman y el icónico chorro de agua que caracteriza a la ciudad de Ginebra. David Shark, director adjunto de la OMC, nos invita a disfrutar del sol. Ojalá las nubes de la incertidumbre en comercio mundial también empiecen a desaparecer.

Reducir esfuerzo, tiempo y dinero

GINEBRA.- Con su tonada mexicana, Andrés Rohde, presidente de la Academia Internacional de Derecho Aduanero, ilustró acerca de la facilitación del comercio.

Es preguntarse cómo hacer posible con el menor esfuerzo, tiempo y dinero, las operaciones de comercio exterior, antes durante y después del traspaso de las mercaderías por el territorio aduanero, explicó.

En su análisis, advirtió que eso es viable, sólo si existen procesos óptimos, concluyendo que dicha facilitación es la acción constante de discutir, establecer, publicar y optimizar todos los procedimientos vinculados a la aduana y comercio exterior.

¿Es esto posible, en la coyuntura actual? Merece la pena el debate.

Como decía Borges, que pasó sus últimos días en en esta ciudad: "Siempre el coraje es mejor. La esperanza nunca es vana".