Hecho en el Mundo
De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual
La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 16 de octubre de 2012
Los efectos de la llamada segunda globalización tiñen todo, hasta la nacionalidad de un producto. Los puristas del comercio internacional agitan la bandera del "Hecho en el Mundo" ( Made in the World ). Arguyen que el viejo y redituable "Hecho en X país" ( Made in Italy, France , etc), ya no refleja la verdad.
¿Puede alguien asegurar cuál es la nacionalidad de un producto cuyas 400 partes (como un teléfono inteligente, por caso), se imaginan, diseñan, nacen y se fabrican en una decena de países diferentes hasta que finalmente se ensamblan en otro?
¿Qué es lo que se tiene en cuenta para otorgarle la ciudadanía a un producto? ¿El sitio en el que se lo pergeñó y se le dio vida, aquél donde se juntaron sus partes o el país donde se le agregó el mayor valor?
Y entonces, todos los reflectores apuntan a las cadenas globales de valor (CGV), esa suerte de cadena de montaje internacionales, nacidas a partir de la fragmentación de la producción. Sí, el comercio actual se parece a un enorme collar que recorre el planeta. Y si bien es cierto son las empresas quienes deciden dónde habilitarán su próximo eslabón, las políticas oficiales resultan determinantes para que un país se vuelva atractivo a los ojos privados.
¿Es posible delinear una "geografía" de las CGV? ¿Cómo se distribuyen en el mundo? "La cartografía de las cadenas transnacionales de valor es muy dinámica -cambia constantemente- y seguirá siéndolo. Entramos en una competencia económica global que estará signada por los continuos desplazamientos de ventajas competitivas entre naciones y sus empresas. Las firmas aprovechan factores como acortamientos de todo tipo de distancias, pero especialmente las físicas, y los diferenciales de costos producidos, por ejemplo, por las políticas cambiarias, para trazar -y adaptar continuamente- su propia red de integración productiva", dice Félix Peña, especialista en comercio internacional de la Fundación Standard Bank.
Marcela Cristini, economista de FIEL, explica el fenómeno. "A partir de mediados de los ?80, los nuevos procesos tecnológicos permitieron la desintegración de la producción que se hacía al interior de las grandes empresas (empezando por Estados Unidos) para subcontratar porciones del proceso productivo en otras empresas que ofrecían ventajas de costos, sobre todo en los países de mano de obra abundante del este asiático (proceso de outsourcing ). Este mecanismo creció cada vez más de la mano de la tecnología informática que permitió un control efectivo a distancia y un costo bajo de organización de las cadenas. La reducción del costo internacional del transporte también ayudó", relata.
Y agrega que es por eso que hoy se habla de las " USA factory ", " Germany factory " (con eslabones iniciales en Europa del Este) pero también de la " China factory ".
Pero no todo da lo mismo: el lugar que se ocupe en la cadena cuenta. Y mucho. Estar en los eslabones iniciales, con bajo valor agregado, y el final de la cadena, puede marcar diferencias en relación a la cantidad de empleos, generación de riqueza, y varios etcéteras más. Como en otros casos, China parece el ejemplo perfecto para mostrar de qué se trata.
El gigante asiático empezó como un eslabón inicial en las cadenas de productos (industria liviana y productos tecnológicos) para convertirse en menos de 20 años en el eslabón final de numerosas cadenas. "Es el desarrollo industrial más notable de después de los ?50", destaca Cristini.
¿Cuál es el papel de los países emergentes en esta historia? ¿Protagonistas o espectadores?
Desde Brasil, el ex secretario de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, y actual presidente de BIC (Brasil Coalición de Industrias), Welber Barral, dice que los países emergentes están alterando la geografía de las cadenas con especializaciones productivas regionales, que conducen a la agregación especializada de partes y montaje final en países de bajo costo de mano de obra.
"Hoy, una parte importante de la cadena -desarrollo, diseño, marca, marketing- está en los países desarrollados, pero esto cambia rápidamente y algunos países en desarrollo (sobre todo asiáticos) crecen en la agregación de valor de las cadenas de las cuales participan", detalla.
Peña agrega que la proliferación en las economías emergentes de grandes ciudades con población de ingreso económico medio son un incentivo para desarrollar una cadena transnacional de valor próxima a esos mercados urbanos. "Ha pasado en el Asia. Está empezando a pasar en América del Sur, donde pronto habrá unas cincuenta ciudades con más de un millón de habitantes, de las cuáles unas 23 estarán en Brasil, país que tiene cada vez más consumidores urbanos de clase media", comenta.
Y agrega otro dato que resulta particularmente interesante: "Los eslabones de mayor valor están en aquellos países con fuerte capacidad de innovación y de generación de progreso técnico, medida -por ejemplo- por el número de patentes industriales que acredita cada país. Pero también lo están en aquellos países con mercados de gran dimensión y de alto poder adquisitivo, a veces resultantes de un acuerdo de comercio preferencial".
A la hora de mencionar los "elementos clave" para lograr insertarse en algún eslabón, Barral dice sin dudar: logística e infraestructura. Añade: incentivos a la innovación, instituciones previsibles y mano de obra calificada.
¿Es condición suficiente tener una economía abierta para participar en la "repartija" de eslabones? Marcelo Elizondo, director de la Consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), sostiene que es clave, porque se necesita inversión extranjera y acceso a insumos externos para luego ingresar con productos a esas cadenas.
Y analiza la situación argentina. "Nuestro país no se caracteriza por competir en base a escala, menores costos o volumen, por lo que debe competir por diferenciación. Para ello debe generarse valor en la oferta a través de acertadas acciones que asistan a las empresas para desarrollar atributos "micro" en las firmas para que compitan por características singulares (generando estrategias comerciales, innovación, reputación, arquitecturas de vínculos estables en los mercados, liderazgo, conocimiento en procesos de producción y sobre los mercados, y diferenciación)".
¿En qué CGV participa hoy la Argentina y en qué eslabones según el valor agregado? "La Argentina es principalmente un exportador de productos intermedios. Es el principal componente de nuestras ventas (alrededor de tos tercios del total de las ventas). Por eso participa en estos rubros en numerosas cadenas de valor internacionales aportando insumos que se utilizan para completar procesos productivos fuera del país. Este es el conjunto de mayor relevancia en nuestra canasta exportadora", explica Elizondo (ver "Decálogo").
El futuro
¿Y en cuáles tenemos chancees de insertarnos? "Si pensamos en ingresar en cadenas de valor que generan mayor volumen de exportaciones y a la vez permitan ingresar en lugares de relevancia (más "adelante" en la cadena), las mayores chances están en la cadena agroalimenticia a niveles internacionales/globales y el sector automotriz a nivel regional, aunque en éste la sensación es de que hay poco más para crecer, mientras que en la primera las posibilidades de incremento son enromes", responde el ex director de la Fundación ExportAr.
Elizondo dice que a quienes les interesa la primera opción, les recomienda generar alianzas con grandes firmas internacionales que permitan ser salida de alimentos argentinos, que con esa salida garantizada podrían invertir y generar mayor valor local gracias a la certeza que da esa situación.
"Por ejemplo, si nuestra oferta es de bienes finales, ¿qué mejor manera de llegar al consumidor europeo que estar dentro de Tesco, la cuarta empresa en distribución en el mundo, que factura 100.000 millones de dólares? Y si la oferta es sólo es de insumos ¿no es tentador para comercializadores de bienes alimenticios, acceder a McDonald's, que cuenta con 32.000 locales en el mundo, tiene 58.000.000 de clientes (2.000.000 más que hace dos años) y opera en 118 países; o a Burger King, que cuenta con 12.180 locales en 76 países?", desliza.
Y si la mirada se amplía y se piensa en el vecindario, ¿cuáles serían las cadenas de valor en las que tenemos posibilidades de insertarnos como Mercosur?
Desde Brasil, Barral enciende la luz de alerta. "El riesgo para el Mercosur es alejarse de las cadenas globales e identificarse sólo como proveedor de materias primas, lo que en muchas cadenas es lo que menos valor agrega. Tenemos que esforzarnos para compensar nuestra geografía negativa, ya que el centro dinámico de creación de las CGV es hoy el Pacífico norte. La falta de inversión en infraestructura y mano de obra sólo empeora esas perspectivas y nos condena a alejarnos más de las fases más positivas de las cadenas", advierte.
Cristini suma su visión: "América latina, y en especial América del Sur, ha demorado su ingreso a las CGV. Brasil que tendría tamaño, vocación e historia para liderar cadenas industriales está aún en una etapa de consolidación de su economía y ante la novedad de su nueva condición como país proveedor de energía y agro. Los países de la región se orientan cada vez más en el fortalecimiento de sus lazos comerciales con América del Norte (como México y Costa Rica en las cadenas de valor de Estados Unidos), y los países del Pacífico con creciente interés en el Asia-Pacífico basados en un intercambio más tradicional de materias primas y alimentos por industria. Las cadenas agroindustriales que sí son importantes en el Mercosur podrían ser un punto de partida si logran aumentar su integración y sofistican sus contratos y productos".
La economista de FIEL cree que el problema es que el Mercosur aún no armó una estrategia para abordar su doble rol de abastecedor de alimentos al mundo y participante en las cadenas de valor, y enumeró obstáculos que se presentan en varios países de la región para insertarse/desarrollar CGV:
- Requieren de seguridad contractual
- Los factores de competitividad de América latina no la acercan al nuevo paradigma. En palabras de Richard Baldwin, la segunda globalización de la producción eliminó a la sustitución de importaciones, en la que varios países de la región siguen insistiendo.
- Los países de la región no parten de condiciones semejantes entre ellos y, por lo tanto los resultados pueden ser divergentes, con baja integración regional.
- Cristini dice que las CGV permiten distribuir los riesgos comerciales y financieros a lo largo de la cadena, lo que resulta útil para países en desarrollo como los de la región, con mercados relativamente pequeños y sectores financieros frágiles, y se muestra convencida de que la participación en ellas no es implemente una oportunidad más, sino un nuevo modo de organización del comercio internacional del que no se puede quedar afuera sin costos.
¿Habrá alguien haciendo cuentas al respecto?
Regionalización
¿Cuál es el papel de la cooperación regional en el mundo encadenado? Según Peña, "el mundo es cada vez más intolerante con navegantes solitarios. La calidad de la articulación de un país con otros países, sea a través de acuerdos comerciales preferenciales u otras modalidades previsibles de cooperación regional, será un factor significativo en su capacidad para atraer inversiones productivas que generen cadenas transnacionales de valor", más allá, dice, de que en los últimos años se observa una tendencia a la regionalización de las cadenas. "Ninguna empresa que desarrolla o se inserta en una cadena transnacional de valor desea quedar prisionera de eventuales accidentes políticos en países claves para tal cadena."
¿Qué efecto tiene el proteccionismo sobre las cadenas? Barral, responde: "Terrible. Impide la participación en las cadenas por la imprevisibilidad para proveerse de partes e insumos. Además, debilita las instituciones e incentiva la economía informal y la corrupción, lo que también impide el desarrollo sostenible de las cadenas"..