Rumbo a Sudáfrica, con camiseta comercial
De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual
Los estudiantes en el almuerzo preparatorio en la Fundación con Félix Peña
Viajar a Sudáfrica y hablar de ponerse la camiseta en estos tiempos podría no resultar muy novedoso, pero la expedición organizada por el Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank definitivamente es innovadora: seis estudiantes se probaron la camiseta de empresarios durante diez días.
El viaje de práctica profesional, que directivos y docentes del Instituto definen como una nueva forma de hacer comercio exterior, es, en definitiva, una manera original de combinar los conocimientos adquiridos durante la carrera y ponerlos en práctica en otro país, con una serie de elementos que no hacen más que agregar valor a la iniciativa.
Para empezar, sólo una parte de la excursión fue solventada por la Fundación; el resto corrió por cuenta de cada alumno.
Los jóvenes que partieron hacia Johannesburgo el 17 del actual, y luego visitaron Pretoria y Ciudad del Cabo, de donde regresaron el domingo pasado, contactaron a diferentes empresas argentinas para ofrecer sus servicios comerciales.
Actuaron, durante dos semanas como sus representantes comerciales. Para ello no sólo mantuvieron reuniones con contrapartes sudafricanas, sino que realizaron un relevamiento del mercado: quién y cómo es la competencia; cuáles son sus fortalezas y debilidades; cuáles los gustos, necesidades y demandas del mercado de la principal economía del Africa; cuáles las chances de desembarcar en las tierras que en pocos meses albergará al Mundial de fútbol o de sellar acuerdos con distribuidores locales.
Cada uno hizo diferentes acuerdos. Algunos percibirán un porcentaje de las ventas que concreten; otros cobrarán por los informes de mercado que entreguen a su regreso.
Desde que decidieron a qué empresa representarían, los estudiantes empezaron a mantener reuniones con integrantes de las firmas y a visitar las plantas para conocer en detalle los productos.
Además de las rondas de negocios, Karina Tejerina, Genoveva Barbisán, Fernando Rocha, Esteban Pratolongo, Juan Willmott y Juan Cruz Bruno visitaron zonas francas, puertos, depósitos fiscales, centros de promoción comercial y empresas vinculadas al comercio exterior como una forma de poner en práctica lo que estudiaron durante la cursada.
Algunos están a un paso de obtener el título de técnico superior en comercio exterior; otros están cursando el último año de la carrera (tercero); otros empezarán a transitar segundo año en 2010. Todos coinciden en algo: el viaje a Sudáfrica es una gran oportunidad que no sólo hará un importante aporte a su currículum profesional, sino que será una importante experiencia personal.
Emma Fontanet, docente del instituto y coordinadora del viaje, contó que uno de los aspectos más ricos del viaje son las reuniones con profesores y estudiantes universitarios de carreras de negocios que permiten tener de primera mano un panorama de la situación económica, política y social actual de Sudáfrica, las perspectivas para los negocios y la relación bilateral.
En esta oportunidad, la delegación visitó la Universidad de Wits. Allí se entrevistaron con el economista y profesor Peter Draper, quien según contaron los estudiantes en el diario de viaje que publicaron en la página de la Fundación expuso con gran profesionalidad el panorama político-económico sudafricano y su realidad coyuntural, y destacó de modo particular el interesante potencial complementario de ambas economías.
María Isabel Di Liscia, trade officer de la embajada de Sudáfrica en la Argentina, explicó que la expedición es el primer paso para estrechar vínculos y poner en marcha proyectos de cooperación que la delegación diplomática tiene en carpeta.
¿Por qué se eligió Sudáfrica como destino? "Sudáfrica es la puerta de entrada para Africa y nadie puede desconocer que el futuro está ahí. Europa podrá ser el presente, pero no el futuro", sostuvo Oscar Hansen, presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Sudafricana, otra de las entidades que participaron activamente de la iniciativa.
Ventajas para todos
¿Cuáles son las ventajas de este tipo de viajes? Félix Peña, director del instituto, destacó varios aspectos.
Por un lado, el esfuerzo personal para concretar la expedición, la posibilidad de poner en práctica buena parte de lo que se aprendió en la teoría y, por otro, desplegar el trabajo en equipo que resulta tan beneficioso para los alumnos como para la promoción de las empresas argentinas en el exterior, ya que el sistema permite a las firmas hacer conocer sus productos y, al mismo tiempo, conocer el mercado a un muy bajo costo.
Peña sostiene que estas son grandes oportunidades para mirar y escuchar. "Siempre es bueno recorrer supermercados y observar qué productos hay, pero no sólo para ver qué podrían colocar empresas argentinas, sino para mirar con un ojo entrenado en la tendencia actual, cada vez más marcada, que indica que el comercio es de ida y vuelta; por lo tanto, hay un interés legítimo en que muchos productos que se consumen en ese país podrían traerse y consumirse también en el nuestro."
En pocas semanas, Karina Tejerina empezará a cursar el segundo año de la carrera. Trabaja en una firma importadora y, en pocas palabras, resumió los efectos de los viajes de este tipo. "Cuando ingresé al instituto, me calcé la camiseta de estudiante y, apenas me enteré de los viajes al interior, me anoté. Gracias a eso, conocí cómo funciona una empresa; ahora me toca ponerme la camiseta de empresaria para aprender a vender. Ir a Sudáfrica es el comienzo de una nueva etapa, se abren nuevas oportunidades."
Juan Pablo Wilmer está al final de la carrera. Fue otro de los entusiastas participantes de los viajes al interior. "Este tipo de iniciativas sirven para abrir la cabeza y ver que las cosas muchas veces no son tan complicadas como pensamos. Son grandes oportunidades para aprender y conocer. Hay muchas empresas que no exportan porque no saben cómo hacerlo. Si alguien va y les explica, hay muchísimos que se prenden", contó.
Además de conocer en detalle las empresas que representarían durante el viaje a Sudáfrica y sus productos, los estudiantes tuvieron que encargarse de los preparativos típicos de un viaje internacional, por ejemplo, traducir la folletería al inglés, como le ocurrió a Genoveva Barbisán, que cursa tercer año de la tecnicatura.
En la Fundación Standard Bank explican que los viajes de práctica profesional surgieron de la necesidad de implementar una nueva metodología de aprendizaje, en la que se combinaran teoría y práctica para constituir una herramienta efectiva en materia de comercio exterior.
Desde 1995, cuando se realizó la primera experiencia de este tipo (el destino elegido aquella vez fue Chile), se recorrieron 14 países en los que se hicieron alrededor de 100 visitas y 84 actividades comerciales.
Según las estadísticas, participaron alrededor de 300 empresas; el 80% de los alumnos siguen ligados a las firmas que representaron y el 90% de los jóvenes profesionales que participaron de los viajes tienen trabajos relacionados con el sector.
Luego de Chile (1995), siguieron viajes a Brasil y Paraguay (1996); Panamá, México, Venezuela, Uruguay, Perú y Bolivia (1997); Ecuador y Colombia (1998); España (2000); México y Costa Rica (2001); Uruguay (2002); México, Panamá y Costa Rica (2004), y Uruguay (2007). Fue entonces cuando llegó la crisis y, como le ocurrió a la economía del mundo, todo quedó en stand by. La expedición a Sudáfrica quiere ser un renovado empujón para retomar los viajes de práctica profesional.
Por Florencia Carbone De la Redacción de LA NACION