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China: es la moneda, no el comercio

De FUNDACION ICBC | Biblioteca Virtual

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Raúl Ochoa, para La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 25 de agosto de 2015

Por la trascendencia de China, lo sorpresivo del movimiento y por la incertidumbre que reina en la economía mundial, la devaluación del yuan trajo aparejado una montaña de comentarios con las más diversas explicaciones. Una que concitó la corriente mayoritaria de opiniones señalaba que las autoridades chinas preocupadas por la pérdida de dinamismo de su comercio exterior y la salida de capitales, luego de la muy fuerte caída de las bolsas chinas, estaba intentando recuperar la iniciativa y a su vez moderar la baja del nivel de actividad interna, apoyándose en mayores exportaciones; como datos indicaban la baja de embarques de julio y una salida de capitales de alrededor de 300.000 millones de dólares.

Hace tiempo, en 2013, el actual gobierno en sus ya famosas directivas indicaba el cambio de impulso para el crecimiento de China pasando de un modelo basado en el dinamismo de las exportaciones y de las inversiones -infraestructura y construcción de viviendas- a otro centrado en el mercado interno, los servicios, la tecnología y la inversión china en el exterior, enfatizando la necesidad de igualar, cómo mínimo, lo que ese país recibía de inversiones extranjeras con lo que las firmas chinas deberían a su vez llevar a cabo en el exterior.

De hecho, el comercio exterior chino viene mostrando un menor dinamismo desde 2013 en adelante pero debe tenerse muy en cuenta que ese país se ha visto fuertemente beneficiado por la caída de los precios de las commodities -parte importante de sus importaciones- mientras los de sus exportaciones se mantenían y por lo tanto en el período abril/abril 2014-2015, su moneda se apreció 12,3% pero debido en su totalidad a la mejora de los términos de intercambio, aspecto que se observa con claridad en cómo evolucionó su comercio vis a vis el resto del mundo.

En los primeros cinco meses de 2015 comparados con el mismo período de 2014, el comercio mundial decreció en valor 11,4 por ciento: la Unión Europea tuvo una caída de 15,6%, Estados Unidos, -5,3%; Asia (sin China), -8,7 %, mientras que China creció 0,5 % en exportaciones e importó 17,3 % menos. Dicho en otras palabras, el saldo favorable comercial chino aumentó de US$ 72.000 millones en los primeros 5 meses de 2014 a US$ 217.000 millones en el mismo período de 2015. Mientras que en los primeros 7 meses de 2015, el superávit comercial llegó a US$ 302.000 millones, cuando en el mismo lapso de 2014 esa cifra fue de US$ 154.000 millones.

Es el único país cuyo saldo comercial está creciendo tan significativamente, en un período donde el achicamiento del comercio mundial es grave y persistente, tal como explicara en un artículo anterior.

Por lo tanto la explicación basada en que en julio bajaron las exportaciones no se fundamenta ni en la política china que no toma decisiones mes por mes, ni tampoco porque la salida de US$ 300.000 millones haya afectado su acumulación de reservas cuando sigue sumando saldo crecientes de balance comercial, ahora por menores importaciones.

La evolución de su tipo de cambio ha seguido la evolución del dólar, pero por razones diferentes: el dólar por la finalización del Quantitive Easing y el anuncio de la tasa de interés y China por términos de intercambio, como se observa en el cuadro precedente

Si no fue consecuencia del comercio ni de la pérdida de capitales, ¿que llevó a las autoridades chinas a devaluar su moneda 5% en varios días? La explicación hay que encontrarla en la decidida actitud de lograr en el menor plazo posible transformar al yuan en una moneda de alcance mundial y para ello era y es imprescindible abrir paulatinamente el movimiento de capitales, acercar las cotizaciones de la moneda china hasta confluir en una sola entre el continente y Hong Kong, lograr un acuerdo con el FMI para introducir esta moneda en el DEG (Derechos Especiales de Giro) e ir liberando paulatinamente el mercado cambiario para lograr un nuevo nivel de equilibrio.

La mayor velocidad impresa a estas decisiones tiene que ver con acelerar la transformación de China en un global player, ya no en la fábrica del mundo, y avanzar hacia nuevas fronteras en tecnología, conocimiento y management. El tránsito hacia lo interno está resultando muy complejo y requiere lograr un amplio posicionamiento internacional que le de sustento. Veremos en el futuro cercano "muchas rutas de la seda" en diversas regiones.

El autor es profesor en Untref, UBA y UCA

RELACIÓN BILATERAL

Evolución. Entre abril de 2014 y abril de 2015, el dólar norteamericano se apreció 11,7%; el yuan de China, 12,3% y el peso argentino 21.2%. En el mismo período, el real brasileño se devualuó 14.2% y el euro, 11.4%. Lo mismo pasó con la moneda de casi todos los países productores de commodities. Durante ese lapso, con el real a 3,20, nuestro moneda se apreció bilateralmente 38 %. Si la comparación se hace con con el valor actual del real (alrededor de 3,50), la apreciación trepa a casi 50%..

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